jueves, 17 de octubre de 2013

Madrid, Madrid, Madrid...

...en Mexico se piensa mucho en ti" como dice el famoso chotis de Agustín Lara. Bueno, esto no es México y no me he exiliado por culpa de una guerra civil, pero digamos que es aplicable. Aquí también pienso mucho en Madrid.
Una versión un poco más moderna del famoso chotis "Madrid"

Hay más habitantes en Madrid y su área metropolitana (rondando los 6 millones), que en toda Dinamarca (5,59 millones). Imaginaos que ancha me siento aquí! Y que ciudad "de bolsillo" he ido a escoger. Copenhague no llega a 550.000 habitantes, que si sumamos el área metropolitana superan el millón de habitantes. Aún así, sigue siendo una sexta parte de la población con la que he convivido 24 años de mi vida. Con la que me he empujado en ese vagón de metro a primera hora porque no entraba nadie más, y yo llegaba tarde. O con la que he celebrado el año nuevo, un día antes, en el ensayo de las campanadas. Con la que he ido al colegio y a la universidad.
Aish, que se me saltan las lágrimas!!!!
La foto de arriba lo dice, y también éste blog. Es cierto que no tenemos una Torre Eiffel, un Big Ben... Pero a cambio tenemos un Osito que guarda desde hace muchos años nuestra castiza Puerta del Sol. Sí, la misma que tiene el reloj con el que nos tomamos las uvas. Los churros de San Ginés. O esa palmera de chocolate que trae mamá de vez en cuando para merendar. Los sandwiches de Rodilla que nunca faltan en una cena de amigos. El bocata de calamares de el Brillante. O como ha querido vender nuestra alcaldesa al resto del planeta un relaxing cup of café con leche en la Plaza Mayor.
Así luce la Puerta del Sol, un día antes de fin de año, en el ensayo de las Campanadas

En este otro blog, se preguntaban ¿Qué tiene Madrid? ¿Cuál es su magia?. Madrid tiene sus cañas en La Latina. Las Meninas en el Prado. Y el Guernica en el Reina Sofía. Coger una cerveza de 1€ a la carrera en Fuencarral, porque te tomarás la última antes de entrar en la discoteca. O salir a comer a algún restaurante exótico por Lavapiés. O tomar los primeros rayos de sol en El Retiro. Y arreglar el mundo en los montaditos un miércoles. La Puerta de Alcalá. Y las luces de Navidad de diseño, que ponen a primero de diciembre y siempre nos andamos quejando. Y esa actividad constante que te permite hacer algo en la ciudad cualquier día de la semana, y a cualquier hora.

Por mucho que nos quejemos cuando hay huelga o los trenes no pasan con la frecuencia que nos gustaría, tenemos uno de los mejores metros del mundo. Eso es innegable. Aquí las bicis en el trastero para un domingo que salimos al campo o para la Fiesta Anual de la Bicicleta. Sino, ir en bici es un deporte de riesgo en Madrid. ¿Y quién no habrá dicho "si es que el metro de Madrid es mucho mejor", cuando se ha perdido en el de Londres o París? ¿Y cuántas historias de amor habrás escuchado, que han tenido lugar en un corto trayecto de metro? ¿Y quién no lo ha utilizado como excusa, infalible, cuando llegaba tarde?

Ya he nombrado a nuestra mundialmente alcaldesa, worldwide Mayor que diría ella. Una alcaldesa por la que no hemos votado. Y que ahora todo el mundo conoce por esas ganas locas que tiene (y supuestamente "tenemos" todos los madrileños), por albergar unos Juegos Olímpicos (ya lo hemos intentado 3 veces!).

Y sí, después de 24 años, todavía sigo encontrando rincones que me enamoran. Puestas de Sol desde Palacio Real o el templo de Debod. O planes inesperados a finales de agosto después de habernos tomado un Frapuccino de Starbucks (porque sí, somos tan chulos que cada esquina de Madrid tiene un Starbucks, ni que esto fuera Nueva York!). O perderse callejeando por Huertas. O encontrar una tienda o cafetería que no conocías dando un paseo por Malasaña. Ver Madrid desde la terraza del Círculo de Bellas Artes. O esas reflexiones sobre la vida, de vuelta a casa, que terminan en una carrera para no perder el nocturno en Cibeles. Y los planes de cine de domingo en los Cines Ideal. Con sus correspondientes nachos, por supuesto.

Como dijo Sabina "aquí he vivido, aquí quiero quedarme". Una pena que no sea tan sencillo. Y porque da igual en que rincón del mundo nos encontremos, en el momento que alguien nos pregunte "y tú, ¿de dónde eres?, un madrileño de pura cepa siempre responderá sin dudarlo "de aquí, de Madrid"

Si os apetece leer más cosas, sobre Madrid, sobre estar fuera... podéis echarle un ojo a todos estos blogs: Véndeme Madrid, Ayer emigró mi hijaCómo reconocer a un español en el extranjeroLa grandeza de MadridIrreductible aldea en el centro de MadridCosas que te sonaran si vives en Madrid.

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