martes, 25 de septiembre de 2012

...y un mes parece una semana

¿Qué ya ha pasado un mes? Y yo que andaba histérica en julio cuando me quedaba un mes para venir (mes que se hizo bastante largo la verdad). Pero ya van 30 días en este frío país... y hemos sobrevivido por el momento.
  • La llegada. Ya comenté por encima la aventura que supone llegar a una ciudad que no conoces con dos maletas de 23kg y una maleta de mano. Añadido a un pequeño bolso. Y claro una sólo tiene dos manos... Al principio va bien. Parece que vas rodando y todos tan felices. Pero empiezan a aparecer las escaleras, los suelos adoquinados, subir y bajar de autobuses, recorrer todo el campus con las maletas... Al día siguiente no sientes las manos y la espalda duele... pero por lo menos ya estás en tu nuevo hogar y eso consuela. MORALEJA: buscar paciencia infinita para superarlo. En el momento que te puedas tirar en tu nueva cama, te darás cuenta que ha merecido la pena
Conseguir un carrito como este para el día de la llegada sería un punto a favor
  • Los autobuses (en especial los nocturnos). Llegas a una nueva ciudad, empieza la Introduction Week y te empiezan a llevar de aquí para allá y tu despreocupado porque vas con tu guía y tu grupo. Pero cuando llega el momento de volver a casa, sin nadie que "sepa", se plantea el problema. A nadie se le ha ocurrido revisar en Internet qué bus hay que coger. "Dando gracias" que alguien se sabe el nombre de la parada en la que hay que bajar (aquí la menda), consultas en la marquesina del bus, te subes al nocturno y te siguen todos los compañeros de residencia. Preguntas al conductor si el bus parará en dicha parada y el te confirma que sí. Pues hale 8 personas montadas en el 96N, de las cuales 6 se quedaron completamente dormidas. Y de repente te das cuenta que, aunque has ido muy atenta a la parada, acabas de cambiar de zona 2 a zona 3 (los autobuses tienen un monitor que lo indica). Y entonces cunde el pánico. Despiertas a todo el mundo y bajas del autobús. No hay NADIE en la calle (eran las 4 de la mañana). Por suerte uno de los compañeros de residencia llevaba un móvil con datos y gracias al google maps encontramos la ruta para volver... Ruta que duró 1 HORA. MORALEJA: 1) Nunca subas a buses sin saber donde van. En especial por la noche. 2) Los primeros días intenta no volver sol@. 3) Pagar un taxi entre tanta gente no es tan caro (llevar apuntado el teléfono de una compañía de taxis no está de más). 4) Tener datos en el móvil para poder consultar google maps es de agradecer
A ver cuando inventan un autobús que te lleve exactamente de la puerta del local a la puerta de casa...
  • La teoría de los 6 grados de separación. Es una hipótesis que intenta probar que cualquiera en la Tierra puede estar conectado a cualquier otra persona del planeta a través de una cadena de conocidos que no tiene más de cinco intermediarios. Es decir "que el mundo es un pañuelo".  Y no hay mejor momento para probar esto que irse de Erasmus. Amigos tuyos que conocen a gente que viene a Copenhague (y anda que no somos gente para tener justo que encontrarnos e incluso volar juntos en el mismo vuelo), compañeros de tu misma universidad y facultad que allí no habías visto más que en el pasillo o la cafetería una o dos veces, conocidos de la ciudad donde veraneas e incluso alemanes de la misma ciudad donde un familiar tuyo estuvo de intercambio que se conocen entre sí!
La teoría de los 6 grados
  • Cortes de agua. Sé que puede pasar en cualquier lugar del mundo y a cualquier persona... pero cuando te pasa aquí, teniendo todos los cacharros (platos, vasos, cubiertos, olla y sarten) sucios, gana otro punto de experiencia Erasmus. Finalmente, y como algo record, conseguimos lavar todo con sólo un litro de agua (comprada en el super y a precio de oro...)
  • La amabilidad de los daneses (aunque empiecen tomándote por mendigos). Todo empieza una noche mientras estábamos bebiendo unas cervezas frente a un portal en el centro... cuando sale una danesa con barras de pan en la mano y nos dice algo en danés... Nadie entiende nada y la chica nos pregunta "Ah, ¿pero sois estudiantes?". Le explicamos que somo españoles, que estamos de Erasmus y nos pide perdón porque nos había tomado por mendigos y nos iba a regalar pan. Y no queda ahí la cosa, sino que llega y nos saca 50 cervezas para que nos las tomemos con ella y nos vayamos al club donde van a salir de fiesta porque están de despedida de soltera...
  • ¡Cuidado con las tiendas de bicis de segunda mano! Te vas en busca de tu preciosa bici, paseas por las tiendas y te ofrecen una bici preciosa amarilla. 750kr (digamos un precio razonable) y te dicen "vuelve esta tarde que la tengo arreglada para tí...". Y cuando vuelves, ya se la han vendido a otra persona... porque "tú no habías pagado". Después del enfado inicial, sólo te queda pensar en lo aprendido: No fiarse un pelo de los vendedores de bicis de segunda mano, incluso si es en una tienda. Pagar de antemano si de verdad te quieres quedar con la bicicleta (aunque este punto, a mi por lo menos, no me da mucha confianza).
  • Profesores que traen tarta a clase y a los que se trata por el nombre. Porque mira que te lo avisan antes de venir "aquí todo va de otra forma", "la universidad tiene un sistema completamente diferente al resto de países". Pero nada, hasta que no te aparece el profesor en clase con un par de tartas para hacer un "Cake Break" en mitad de clase, es imposible creérselo. Y todavía la cosa mejora, cada semana le toca a un grupo traer tarta para todos... Así da gusto ir a clase!
Café y tarta en el primer "cake break" del año (porque ya está anunciado que esta semana repetimos)

1 comentario:

  1. me encanta lo de punto de experiencia Erasmus xD Me he reído un montón con lo del autobús, jajajaja. Bueno, me encantaría que en España tuviésemos el buen rollito de clases-lunch y cosas por el estilo. Pero todavía nos falta mucho por avanzar!!! 1besito y a seguir disfrutando! ^^

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