lunes, 25 de agosto de 2014

730 días

Hoy se cumplen dos años de mi llegada a Dinamarca. DOS AÑOS (que parece que se dice pronto). La vida fuera de casa de los padres es toda una aventura. Cuando le añades que es en otro ciudad, e incluso en otro país, se convierte en una gran aventura que nunca, jamás, es como nos habíamos imaginado.

Vivir fuera de casa y en el extranjero no se incluye en el CV y creo que debería ser una categoría. ¿Y la de cosas que ahora sabemos hacer? ¿Y todo eso que nunca hubieras aprendido si siguieras en casa con tus padres? ¿Y todas esas aventuras que mantendrás de por vida?

He aquí una colección de esas cosas aprendidas después de 2 años...

"El valor para marcharse, el miedo a llegar"

Vetusta Morla no podía haberlo dicho mejor (en la canción Copenhague, precisamente). Empezar de cero. Llegar de nuevas. No conocer a nadie. Ni conocer la ciudad. Y ese nudo en el estómago los primeros días. Esos nervios. Y toda esa adrenalina descargada en los primeros días cuando todo es nuevo y excitante. Para mucha gente es la primera vez que salen de casa, e incluso he conocido gente que era la primera vez que salía de su país. La vida se vive intensamente en el Erasmus/estancia fuera. Da la sensación de que has vivido más experiencias en estos meses que en el resto de tu vida.


Mucha gente me ha dicho "te envidio porque yo no tendría el valor para marcharme". Pero creo que todo el mundo debería superar el susto incial y dar el salto. Una experiencia así (tanto si es un cuatrimestre como si son años) te cambia, y te cambia para bien. 

Presentarte en un minuto

Decían en esta página "vivir en un bucle conversacional eterno en el que cuentas de dónde eres, qué estudias y relatas el precio y las condiciones de las casa en las que has vivido en lo que va de beca". No podría haberlo dicho mejor. Aunque termines con el mismo grupo de gente siempre, terminarás encontrando gente nueva en todas partes (clase, fiestas, viajes...). Y todos unos expertos en resumir nuestras vidas en 1 minuto. Dado que es una de las primeras cosas que aprendes a decir en el curso de danés, también soy capaz de presentarme en un minuto en el idioma local.

Compartir todo con tu compañera de habitación

He vivido durante estos dos años con tres diferentes compañeras de habitación (sí, de habitación. Una habitación con dos camas). Siendo hija única, nunca había experimentado compartir 24h con alguien. Y, aunque tiene cosas malas, también tiene muchas cosas buenas (aquí podéis leer un artículo entero dedicado al tema).

Ahora que vivo sola, echo mucho en falta tener a alguien a quien dar lo buenos días o las buenas noches antes de acostarme. ¿Mal día? Siempre ahí están las "roommates" para poder desahogarte. ¿Necesitas salir a tomar el aire un rato? Mejor siendo dos, ¿no?. ¿Se te olvidaron las llaves? Una llamada de teléfono y tu roommate te las acerca o te abre.

Mis tres maravillosas roommates
Aprendes a ceder en algunas cosas (seguro que él o ella también tiene que ceder en otras). Aunque algunas cosas te terminarán sacando de tus casillas. Ese despertador que suena antes que el tuyo. Los platos sin fregar que pasan varios días en el fregadero. Una montaña de cosas de la otra persona que no comprendes porqué está ocupando lo que tu consideras espacio común. Que utilicen el baño cuando tú quieres entrar... Y también aprendes a que las cosas o se hablan o no se solucionan.

Para leer consejos sobre como ser un buen compañero de habitación puedes entrar aquíaquí o aquí (en inglés) y para leer 17 buenas razones para tener un compañero de habitación/piso entrar aquí. De verdad que parece el fin del mundo, pero se puede sobrellevar.

Las noches que se hicieron días, y los amigos que ahora son familia

¿Quién te iba a decir a ti que alguien de un país totalmente distinto al tuyo, con otros estudios o de otra edad a la tuya, era tu alma gemela? Conoces a muchísima gente, pero rápido localizas a aquellos que sabes que estarán ahí siempre.

4 cuatrimestres, 4 Tåsingegade families
Todo el mundo llega al Erasmus/intercambio con una mentalidad muy abierta. Deseando pasarlo bien y conocer mucha gente. Vivir nuevas aventuras en un país extranjero. O viajar con los nuevos amigos. Son experiencias que unen. Y de una forma muy fuerte.


Convertirte en todo un experto en la ciudad de destino

¿Cuántas visitas has tenido? o en otras palabras ¿Cuántas veces has ido a ver la Sirenita?. Si tienes suerte y amigos y famlia deciden visitarte, te terminarás convirtiendo en todo un experto en la ciudad. Serás capaz de moverte sin plano, saber horarios de visita de diferentes lugares turísticos y saber donde y cuando ir para evitar la cola/pillar entradas gratis/ver la puesta de sol más bonita... etc.


Por si os lo preguntáis, en dos años, creo que he ido a ver a la Sirenita unas 10 veces. 

Ama de casa y cómo sacarte las castañas del fuego tu solit@

Menos planchar, ya soy capaz de hacer (casi) de todo sin la supervisión de nadie. Desde poner la lavadora (al principio parece un mundo, pero luego todo se supera), coser (no con mucho estilo, pero suficiente para salvar un botón que se ha soltado o un pequeño roto en una camiseta) hasta limpiar (suelo, casa, manchas extrañas en la ropa... nada se resiste!). También he aprendido a administrar el dinero que tengo, para ser capaz de llegar a "final de mes" (que serio suena, verdad?) sin tener que andar pidiendo dinero de más.

Y cocinar. Pocos llegan sabiendo, pero poco a poco las prácticas culinarias van mejorando. Empezando por esa primera tortilla de patatas fuera de casa, todo un clásico. Probablemente acabes pidiendo ayuda a alguien que tiene menos idea que tú. Pero os la comeréis felices, porque es la primera. Y luego recordaréis el desastre cuando las siguientes vayan saliendo mejor. Y quien dice tortilla, dice cualquier otra "delicatessen" que se te ocurra preparar.

Mi primera tortilla de patatas, allá por septiembre/octubre de 2012
Y no sólo estas cosas (que mucho podrían haber llegado sabiendo ya). Pero aquí nadie te va a rellenar los papeles del banco, o la declaración de la renta. Si quieres algo, tu te las apañas. Si te pones enfermo, pues vas al médico (si tienes suerte seguro alguien te acompaña pero en principio ahí estás tú solo ante el peligro). Si los de la compañía de teléfono te cortan el servicio, eres tu quien tienes que llamar. O si deja de funcionarte la tarjeta. O si quieres cambiar de piso. O cambiar las asignaturas de la universidad. O que te cuadren los créditos. O comprar una bici. Todo toca hacerlo solo. Claramente todas estas cosas van llegando poco a poco a lo largo de la vida (incluso si uno sigue con sus padres), pero el hecho de que ocurran lejos de casa, es un salto grande hacia "la vida adulta".

Aprender a decir adiós

Algunas de las personas que conocerás durante esta experiencia, sabes que será para siempre. Pero ya no es tan fácil como "nos escribimos por el facebook". Y lo sabes. Y por eso las despedidas son muy duras. Porque hay gente que no querrías volver a separarte jamás. Sabes que has encontrado tu alma gemela en alguien que vive a miles de kilómetros de casa. Y no sabes cuando os volveréis a ver. Por eso terminas aprendiendo a decir adiós. Sabiendo que todo el tiempo que compartisteis fue genial, y parte de eso es saber que quizás no os volváis a ver. Y ya ni comento cuando se forman parejas internacionales. 

La noche antes de que alguien especial coja el vuelo de vuelta a casa será larga. Y habrá lágrimas. Y como siempre digo, a veces no lo parece, pero es tan duro para el que se va, como para los que se quedan. Hay gente que deja vacíos muy difíciles de llenar...

Pero bueno, aquí seguimos. Sorprendentemente todavía hay gente "del Erasmus" por aquí y otros tantos a los que hemos visitado en sus países de origen o que han venido a visitarnos. Asi que, la última despedida no es el final! En el mundo en el que vivimos, las fronteras son líneas muy finas. Moverse dentro de Europa es relativamente sencillo, y barato (relativamente). Cruzar el charco o acercarse en un momentito al otro lado del mundo, quizás no sea tan económico. Pero para eso inventaron Skype, facebook, el email e incluso el correo postal. Si las dos partes quieren, se puede mantener el contacto (true story!).

Para leer otras 31 cossas que siempre recordarás de tu Erasmus, hacer click aquí.

¿Qué es lo que tú aprendiste en tu Erasmus?

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