Hay semanas que terminas proyectos y asignaturas. Que descubres playas a 5min de casa. Y luego vienen seguidas de fines de semana en los que sientes que de verdad has recargado las pilas. Que aunque el domingo se ponga a llover como si estuviera cayendo el diluvio, viernes y sábado han compensado con creces para estar satisfecho con otro finde que se va.
Playa detrás de Svanemøllen
Viernes. Pasar todo el día en el laboratorio. Que salgan los experimentos a la perfección. Quedar en el S-Huset para celebrarlo, que para algo es viernes! Unos 22ºC en la calle (se siente casi verano!). Encontrarse con el camión de Tuborg, repartiendo cerveza por la DTU. En un coche tirado por caballos!
Cerveza gratis en frente de 101
Volver para casa y encontrarse una fiesta-barbacoa vecinal en el parquecito que hay en nuestra calle. Unirse. Por 25kr se puede comer todo lo que se quiera. Música. Buen ambiente. Hasta la puesta de sol. Llegar a casa. Tu compañera de habitación te obliga a salir un ratito. ¡Qué es viernes! Bajar a Cristiania un ratito.
All you can eat por 25kr
Tåsinge-party
Jugando en las estructuras de madera
Levantarte el sábado. Sol espléndido. Aproximadamente 24ºC. Mi roomie tiene invitada. Y me trae chocolate checo y cerveza!. Tomar el sol en el ala este de Tåsingegade. Decidir ir a pasar el día a la playa. Sacar hasta el bikini! Ir en las bicis hasta Klampenborg. Tomar el sol otra vez. Barbacoa. Intentar bañarse en el Báltico. No sentir los pies. Sol, sol y más sol.
BBQ en la playa
Tomando el sol un poco
Las gélidas aguas del Mar Báltico
Tåsingegade en la playa
Volver a casa. Y recordar que hoy era Eurovisión. Sin fajitas y en tres países diferentes, pero con internet/whatsapp para poder compartir los comentarios mordaces como si estuviéramos todos juntos. Y encima va y gana Dinamarca!
¿Pueden ser así todos los fines de semana que me quedan por aquí? =D
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